Para evitar el envejecimiento de las células y para prevenir enfermedades, es indispensable estar atentos ala funcionamiento de nuestro organismo, cuando llegamos a una determinada edad. Lo mejor… es curar en salud.
Estar bien y sentirse bien después de los 40, es posible. Las mujeres en especial, deben privilegiar una alimentación nutritiva y equilibrada.
Todos tenemos derecho a tener huesos sólidos, una piel sana y un sueño reparador. Por lo tanto, debemos cuidarnos para alcanzar este objetivo.
No es de extrañar que a esta edad muchas mujeres comiencen a tener pérdida de la libido, su metabolismo sea más lento y comiencen a tener dificultades para dormir.
La alimentación sana y equilibrada, con los complementos alimentarios y vitamínicos indicados pueden ayudar y mucho a mantenernos jóvenes y a conservar el metabolismo activo.
Estas son las 6 vitaminas esenciales que debemos consumir a diario.
1) Los probióticos.
Son esenciales para la salud intestinal, en razón de su mecanismo de purificación de toxinas de los intestinos. Además de estimular la digestión y el metabolismo, son ideales para mantener la línea.
¿Y por qué funciona? Porque estimula la combustión de las grasas y el metabolismo haciendo que se convierta en un producto adelgazante natural.
Para encontrarlos en los alimentos, incluye en tu dieta yogur, leches fermentadas, soja, kéfir y aceitunas. Estas son fuentes indispensables para la salud, la piel y el sistema digestivo.
2) Omega3.
Los ácidos Omega3 proveen numerosos beneficios tanto a hombres como a mujeres de todas las edades, pero en especial los que han alcanzado los 40 años.
Por ejemplo, a medida que envejecemos, tenemos tendencia a registrar un descenso de la función cognitiva al igual que un deterioro en el sistema cardiovascular. El Omega3 incide de manera efectiva en la función cognitiva estimulando el aspecto intelectual y protegiendo contra la demencia y otras enfermedades neurodegenerativas.
También fueron probados en la reducción de la tensión arterial, en la baja del colesterol LDL que tapa las arterias y provoca enfermedades cardíacas.
Los alimentos ricos en Omega3 son: semillas de lino, semillas de chía, soja, aceite de nuez, aceite de canola, aceite de oliva, caballa, salmón, atún arenque, anchoas, ostras, sardinas y aceite de hígado de bacalao.
3) Magnesio.
La función del magnesio es ayudarnos a regular la tensión arterial, especialmente en las mujeres de más de 40 años. Las deficiencias en magnesio están ligadas a las enfermedades cardíacas, a la diabetes y a la inflamación.
Además, esta vitamina ayuda al organismo a absorber el calcio y juega un rol crucial en la función muscular, nerviosa y cardíaca, así como en el control de la glucemia.
Los alimentos ricos en magnesio son: semillas de cáñamo, salvado de arroz, linaza o semillas de lino, semillas de sésamo, almendras, chocolate negro, avena, nueces, legumbres, frutas y verduras.
4) Vitamina D.
La deficiencia de vitamina D está ligada a la diabetes, a las enfermedades cardíacas, a la esclerosis en placas y al cáncer mamario y colorrectal.
Además, la vitamina D es esencial para la absorción del calcio en el organismo.
Las investigaciones demostraron que los niveles adecuados de vitamina D, pueden contribuir a mantener un peso sano, reducir el riesgo de osteoporosis e incluso actuar de manera positiva en la depresión.
La falta de vitamina D puede provocar dolores articulares en distintas partes del cuerpo.
Una de las mejores fuentes de vitamina D es el sol. Exponerse al sol durante unos 20 minutos tres veces a la semana en los horarios recomendados, son suficientes para incorporar esta vitamina. Obviamente, la asimilación de la vitamina D varía en función del tipo de piel.
Los alimentos ricos en vitamina D son: aceite de hígado, pescados, cereales fortificados, ostras, caviar negro y rojo, productos de soja enriquecidos, huevos, salame, jamón y embutidos.
5) Calcio.
El calcio es uno de los que más publicidad tiene, en especial en mujeres mayores de 40 años. ¿Por qué? Y bien, simplemente porque refuerza los huesos y cuando alcanzamos esta edad, nuestro esqueleto se vuelve más frágil debido a que la tasa de estrógenos disminuye.
La actividad física estimula el sistema óseo y ayuda a mantener saludables nuestros huesos, pero la alimentación permite también proveer del calcio necesario para reforzarlos.
Los alimentos ricos en calcio son: el queso parmesano, las sardinas, las almendras, el yogur griego, la leche de vaca, las almejas, los berberechos, las acelgas, las espinacas y el puerro.
¡Cuidado! No mezcles estos alimentos con cafeína, ya que la cafeína interfiere en la absorción del calcio.
6) Vitamina B12.
Después de los 40 años y muy especialmente después de los 50, la vitamina B12 no puede faltar en nuestra dieta.
Esta vitamina es esencial para la sangre y la función cerebral. Mientras los niños y jóvenes adultos obtienen la cantidad de vitamina B12 que necesitan por medio de la alimentación, es decir dentro de productos como la carne, los lácteos y huevos; a medida que envejecemos, esta vitamina se hace más difícil de absorber por parte del organismo ya que es en este momento en que los niveles de ácido gástrico disminuyen.
Después de los 40 años y antes de los 50, es buen momento para comenzar e incorporar vitaminas B12 por medio de suplementos. La dosis diaria recomendada es de 2,4 mg diarios.
Los alimentos ricos en vitamina B12 son: vísceras de animales como hígado de ternera, hígado de cerdo, riñones de cordero, carnes rojas en general. Pescados y mariscos como almejas, caballa, sardinas, arenques y salmón. También debemos agregar los lácteos y los huevos.
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